Estereotipos de género en los juguetes

Todos los niños y niñas del mundo tienen derecho a jugar. Así lo reconoce la Convención de los Derechos del Niño. Pero siempre se ha escuchado eso de que "Rosa es de niña" y "Azul es de niño".  

En el mundo de los juguetes, tanto en los folletos como en los anuncios de televisión, normalmente se dirigen a niños y niñas de forma específica y diferenciada. 

En esta dualidad, los juguetes dedicados a niñas tienen que ver con la belleza, la dulzura, el cuidado, las tareas domésticas: muñecas y sus vestiditos, cocinitas, bebes. 
Por el contrario, los juguetes para niños tienen una presentación más “bruta”, y se relacionan con el deporte, la acción, los medios de transporte, la construcción, la competencia y la violencia. 

Esta diferenciación da lugar a lo que se llama “juguetes sexistas”. 

Vivimos en una sociedad en la cual los roles tradicionales están cada día más desdibujados, ¿Por qué seguimos fomentando estos estereotipos? No se trata de imponer a los niños los juguetes tradicionalmente dirigidos al sexo opuesto, sino de darles la opción de elegir con qué quieren jugar. Si tu hijo quiere jugar con un carrito de muñecas, quizá sea porque ve a su propio padre como un modelo a seguir, algo que debería ser motivo de orgullo, no de vergüenza.  

Como madre recuerdo cuando mi hijo de pequeño me pidió su cocinita, su escoba y fregona y aún recuerdo como algunos familiares se quedaban extrañados cuando veían al niño jugar con esos juguetes. Pero lo que más me impactó fue una vez, ya en el colegio, cuando me pidió un carrito para pasear muñecas, pero: “sólo para casa mamá” y es que en su clase alguien le había dicho que ese era un juguete de niñas y como decía él: “¡No quiero que ser rían de mí!”.  

Recordar que somos las persones adultas y las empresas quienes solemos determinar que un juguete es para niños o para niñas. Por eso, hay que tender a no poner límites a la espontaneidad de los niños y niñas, puesto que las opiniones de la familia son vitales para educar en igualdad de género. 

Por favor, los niños son solo niños. Dejémosles disfrutar del juego sin prejuicios. 

(imagen vista en internet)